El 11 de noviembre 1992 el Sínodo General de la Iglesia Anglicana se reunieron para decidir sobre la apertura del sacerdocio a las mujeres. El resultado de la votación, más tarde en televisión en vivo, Él estaba a favor de la ordenación de mujeres.
Como se sabe, se excluye a las mujeres sacerdotes en la religión católica y ortodoxa. John Paul II había ya manifestado su posición a este respecto en la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis de 22 Mayo 1994, y hasta el Papa se expresó sobre el tema: “con respecto a la ordenación de mujeres, la iglesia ha hablado y dicho que no. John Paul II ha hablado con una formulación definitiva, esa puerta está cerrada. Pero recuerda que María es más importante que los obispos apóstoles, así que la mujer en la iglesia es más importante que los obispos y los sacerdotes”.
La Iglesia mantiene que no existen razones adversas contra las mujeres sacerdotes, Sin embargo la duda se levanta espontáneamente. Lo que impidió a la iglesia, largo de los siglos, abierto a las mujeres una oportunidad de ser parte de las ordenes sagradas? Conoce a John Paul II: “el hecho de que la Santísima Virgen María, Madre de Dios y de la iglesia, no recibió a la adecuada misión de los apóstoles ni el sacerdocio ministerial, muestra claramente que la no admisión de todas las mujeres’ ordenación no puede significar una reducción de la dignidad o discriminación… El papel femenino en la vida y misión de la iglesia, Aunque no relacionado con el sacerdocio ministerial, Es absolutamente necesario e insustituible”.
Maria
