Cada fenómeno o hecho tiene su propio principio, en los últimos tiempos y fáciles de localizar, remotas y a veces difícil trazar o recordar. Si hoy en día, 2 Junio 2016, Estamos celebrando el día de la República un principio debemos remontamos. Era una República, nuestra, Fundada en la sangre de una guerra civil en el mid-20th siglo ha alterado nuestro país dejándolo pobre, destruido y reducida a la fama. Fue gracias al mérito de los hombres que, rodando para arriba sus mangas, juntos han decidido reconstruir un país, ladrillo a ladrillo, Casa después de casa, Espero que después de la esperanza. Dentro de unos años, la Italia ha sido capaz de darse una forma republicana, una Constitución y reiniciar la economía del estado. Había el deseo de no olvidar, para recordar, aprender de lo que sucedió porque en el futuro, las nuevas generaciones no están luchando las mismas guerras y volver a vivir los mismos temores. Era la esperanza en el poder del hombre Unidos con la idea de libertad. Era como si ese viento de esperanza y libertad volvió a soplar en Europa tras décadas de totalitarismo y opresión. Fue un viento de origen muy antiguo. Fue la misma creencia, en la misma fuerza y la misma libertad, había empujado, un siglo antes, nuestro pueblo a luchar por la libertad del país de "opresor extranjero.". En el siglo XIX, convencido de estar, Creo en el poder del hombre y de la idea que la libertad era el bien más valioso a disposición del hombre, Nuevamente ganamos los que creíamos que nuestras tierras y creamos un estado. Un estado que se había unido con territorial, pero no humanamente, Era como geografía, pero no como un pueblo. Una vez más la fuerza de la esperanza junto con la idea de libertad era suficiente para mantener el destino de este estado hasta el advenimiento del fascismo. Pero si incluso en la segunda mitad de la siglo XIX vigevano los ideales de esperanza en el hombre y en la idea de libertad, investigar las fuentes que tenemos que bajar otra vez con el tiempo. En esta ruta hacia atrás nos encontramos con muchas revoluciones industriales, social y política. La fuerza con la esperanza del hombre causado avances tecnológicos sin precedentes, la idea de libertad era empujar las masas pobres a palos a la rebelión a los monarcas absolutos. Es un viento, de la libertad, sopla durante todo el siglo XIX, viene del siglo XVIII. Es un viento fresco, Nuevo, tratando de creer en el potencial del hombre. Este es nuestro punto de llegada, es el punto de partida desde el que esperanza y libertad están arraigados en la idea de que el hombre puede estar en el centro del mundo, Puede por sus propios esfuerzos para convertirse en juez de su propio futuro. En el siglo XVIII, fue la ilustración para acabar con la edad media y abrir las puertas de la edad moderna. Gracias a este movimiento de hombres e ideas puso al hombre de punto focal, en su totalidad, poner bajo el escrutinio de la razón todos los aspectos de la vida humana, la religión como. Por primera vez el hombre tenía no más excusas, excusas de un Dios que predestinó el futuro, Estaba manejando a lo largo de un camino ya escrito. Al final de la edad oscura, el hombre tuvo la idea de sí mismo, termina cuando se enciende la luz de la iluminación. La iluminación es el hombre con la luz de la razón. La secularización que siguió y que implicó la apropiación del hombre en el mundo, en el siglo apenas, con la crisis de los movimientos religiosos ha llegado a los tiempos con los vientos de esperanza y libertad dando paso, sólo en tiempos modernos, a la globalización. El último fenómeno, como la masa anterior, causado la unificación del hombre-mix spegnando esperanza estándar y reducir la libertad de un espacio en las redes sociales. Pero los vientos de esperanza y libertad en los seres humanos a punto de caducar, impulsado por un ideal que en el siglo XVIII nunca se perdió, hoy mismo en lugar de seguir montarlos prefiere cerrar la ventana.
Roberto Rossetti